El futuro cambio de situación, de activo a pasivo o pensionista, me movió a encontrar una respuesta o dos a la pregunta: ¿y qué vas a hacer ahora?, que a lo que parece es lo que preocupa. De algunos es sabido que a mi labor de Maestro de Taller de Formación Profesional sumaba desde hace ya unos años la de interesado por algunos temas que luego llevaba al papel. De siempre me ha gustado la figura del editor. He leído a algunos, he escuchado a otros y pensé que no sería mala cosa dedicar parte de mi tiempo y también de mi dinero a esa tarea. La cuestión que quedaba por decidir era cuál sería la fórmula. Finalmente fue la de una asociación cultural a que denominamos “Herratas Ediciones”.
Pensé en varios nombres, busqué en la Red por si éstos estuvieran ya cogidos y finalmente nos decidimos por ese. Hay a quien le gusta y a quien no y siempre que ocurre esto me acuerdo del cuento El hombre, el burro y el niño. A veces pienso que el nombre puede que sea premonitorio, que quizá la asociación será una errata en sí misma. En fin, ya veremos. De momento hay ilusión. No deja de ser una creación y eso siempre suma.
Herratas nace vinculada a Extremadura y a los extremeños tanto para letras nuevas como viejas, descatalogadas las llaman, de acuerdo con un código ético y un fin también solidario pues se plantea una colaboración con una ONG.
Se ha pensado también en un premio. Son muchas las editoriales y asociaciones de este tipo que los convocan y no nos parece mal. Sólo queda encontrar la fórmula para que de hacerlo no nazca viciado. En cualquier caso se está preparando la página web y ahí daremos a conocer toda la información que pensamos puede interesar.
Destacaría de la web además de elementos comunes con páginas web de otras editoriales y asociaciones el apartado o sección que hemos titulado “Librería”, un escaparate para que autores extremeños o vinculados a esa tierra puedan mostrar sus libros e informar sobre la venta sin que en ello intervenga en forma de tanto por ciento la Asociación. Un detalle, creo yo.
El primer libro con el sello de “Herratas” ya está: Antonio Machado y la Real Academia de la Lengua, del que yo soy autor. Próximamente se irán añadiendo otros títulos míos también que han permanecido en el cajón esperando este momento: un nuevo trabajo sobre Machado, más en concreto en su relación con su diosa, Pilar de Valderrama; un libro sobre Lorca del que estoy especialmente contento; y una novela, la historia de Vidal, el fiscal en el proceso a José Antonio, pero que ahora está de gira por algunos premios. En cualquier caso estrenaremos colección, que no digo porque aún no tiene nombre, con la recuperación de un libro emblemático: Extremadura saqueada, un libro coral que ya está en proceso de maquetación y que fue un símbolo para Extremadura a comienzos del periodo democrático.
Del panorama literario prefiero no decir nada. Se publica mucho y no me llega ni el tiempo ni el conocimiento. Por lo que leo al respecto siguen las mismas cuadras con la ele de limitada. Para el resto el ninguneo. Pero en fin, no hagamos sangre.
Cualquiera que lo desee. Sólo ha de llamar a la puerta y, aunque nuestra palabra es compromiso, si estamos de acuerdo con los términos del contrato, adelante.
Leo lo que no se me cae de las manos. A la lectura a la que nos referimos llegué tarde pero lo suficientemente a tiempo para comprender qué merece la pena y qué no. Por citarte alguno te diré que releo a Víctor Chamorro, Andrés Sorel, también a Saramago, que no “Sara” y “Mago”. Cuando leo a este último me apeno de mi carencia en idiomas. No entender portugués me impide leer a Saramago en versión original. No me gustan las traducciones. ¿Cómo sería leer Los Alumbrados de Víctor en inglés? Me da horror sólo pensarlo. Pero también tengo otros: Llamazares, Pérez Reverte en su primera época… También los amigos: Jonás, Arturo… En fin, un elenco más que suficiente ya que a otros que dicen son muy buenos, deben serlo pues yo no los entiendo.
Tengo pendiente El Quijote. Dirás que es una barbaridad, pero no. Lo he empezado varias veces pero siempre terminaba abandonándolo. Creo que todo libro tiene su momento y con El Quijote aún no ha llegado. Eso creo, así lo justico y esa es mi experiencia. Sólo pensar que hay institutos donde los alumnos no es que se lo tengan que leer, sino que lo tienen que estudiar, me provoca sarpullido. Menos mal que yo tuve profesores más decentes. Pero te diré que está programado para este verano. Creo que ahora estoy preparado para tanta enseñanza y matiz como dicen contiene.
Sí ese es mi futuro como lector, el de escritor es distinto. Había pensado escribir algo sobre el confinamiento. De hecho ya tengo una fórmula, idónea según mi parecer, y algunos folios escritos, pero, ¿sabes qué ocurre?, que cuando he vuelto al asunto se me espasma la glotis. Hiede tanto el asunto que honradamente si escribiera lo que pienso, y otra cosa no se debe hacer, me temo sería origen de conflictos de todo tipo y yo ya no estoy para eso. Hay mucho joven que aún ve. Así que estoy estudiando la Biblia. La idea está. Sólo queda ver que sale.
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