Certamen Literario «Agustín Sánchez Rodrigo». 2020

La vida de Agustín fue, por encima de todo, una viva lección de humildad, una renuncia a las vanidades, una permanente concentración, una entrega sin descanso al pensamiento. Se dice, en ocasiones, que la inteligencia deshumaniza, pero nosotros pensamos lo contrario; cuanto más pensamiento se es, más humanizado se encuentra el hombre porque lo que al hombre le distingue del animal, lo que le humaniza, es su capacidad de raciocinio. Y, por ello, afirmamos que es raro encontrarse frente a una persona tan humana como Agustín. Él encarnó en su vida aquella inscripción en mármol, que aún se conserva, en la que Parménides hizo síntesis de su pensamiento y con la que dejó la filosofía, durante 25 siglos, sin posibilidad de cambio: «Una y la misma cosa es ser y pensar».

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